Cuanto antes se detecta un problema auditivo, más sencillo
es solucionarlo.
Algunas personas que sufren un deterioro auditivo no
entienden bien, están convencidas de que son los demás quienes pronuncian mal.
No oír bien resulta
muy perjudicial para usted y para los
demás. El mejor consejo es que reaccione rápidamente ya que cada día que pase
se irá habituando al silencio y le será difícil recuperar el “mundo sonoro”.
¿Le ha ocurrido alguna de las siguientes situaciones?
1.
¿A veces oye, pero no entiende?
2.
¿Se siente tenso en las reuniones, porque le
cuesta seguir la conversación?
3.
¿Le resulta difícil hablar por teléfono?
4.
¿Pone el volumen de la televisión y la radio más
alta que el resto de la familia?
5.
¿Le molesta el ruido del tráfico en la calle al
punto de sentirse inseguro?
6. ¿Las personas que le rodean le comentan
frecuentemente que usted no oye algunos de los ruidos suaves: un automóvil
circulando por la calle, las voces de los demás?
7.
¿Le molestan a menudo “Ya te lo hemos dicho varias veces”?
8.
¿Siente pitos o zumbidos?
9. ¿Algunos sonidos agradables, pero débiles como
el canto de los pájaros o el sonido del mar, han desaparecido de su vida?
10. ¿Se
siente aislado en las reuniones familiares o entre amigos?
Si ha respondido “si” a algunas de ellas, es posible que su audición
presente alguna anomalía, si es así, es aconsejable que solicite una revisión
auditiva.
“Yo oigo, pero no entiendo bien las palabras”. Es uno de los síntomas que
indican la pérdida auditiva.
Las palabras se perciben como “enredadas”, la persona afectada debe hacer
un esfuerzo de atención suplementario para entender, forzando el oído si quiere
compensar su deterioro auditivo.
Poco a poco, se va perdiendo el placer de participar en las
conversaciones, ya que esto obliga a prestar tanta atención que resulta
agotador. Sin darse cuenta, uno se da desprendiendo de la vida familiar, de las
actividades sociales, se va aislando.
Los familiares y personas allegadas, conscientes de esta dificultad,
hacen esfuerzos elevando la voz. Pero, finalmente, se terminan cansando,
evitando cualquier discusión. Casi siempre el afectado se da cuenta de esta
situación. Entonces, pueden aparecer actitudes inhabituales como desanimo o tristeza
y hasta depresión.
SALIR DEL MUNDO DEL
SILENCIO
Si no toma ninguna decisión con respecto a su problema de audición,
estará poco a poco, en el “mundo del
silencio”.
Oír mal es cortar progresivamente toda comunicación con los demás. Es
encerrarse en sí mismo, aceptar el aislamiento, la soledad…una situación que no
tiene por qué prolongarse ya que, hoy en día, existen soluciones realmente
eficaces.

No hay comentarios:
Publicar un comentario