domingo, 9 de agosto de 2015

PREVENCIÓN Y DETECCIÓN PRECOZ DE PROBLEMAS AUDITIVOS EN EDAD ESCOLAR Y PRE-ESCOLAR

Hay muchos problemas de audición, sin llegar a la sordera total, que pueden manifestarse en edad escolar.

En unos casos pueden tratarse de niños y niñas que nacen con pérdidas auditivas leves y moderadas que, normalmente, pasan desapercibidas.
Podemos encontrarnos, entre otros, con pérdidas auditivas adquiridas, de distinto grado:
Unas pueden ser transitorias (por otitis, alergias, catarros) y otras pueden ser permanentes (por infecciones, traumatismos, medicamentos ototoxicos)
Estas pérdidas auditivas, que permiten desarrollar el lenguaje de manera espontánea, pueden sin embargo, tener consecuencias negativas sobre el desarrollo personal y el aprendizaje de los niños y niñas. Entre otras:

  •         Lenguaje inmaduro
  • ·       Errores de pronunciación
  • ·       Dificultad de comprensión en el aula, ambientes ruidosos y conversaciones en grupo.
  • ·       Problemas conductuales
  • ·       Bajo rendimiento académico


Estas consecuencias  pueden reducirse en gran medida si se detecta a tiempo el problema  auditivo y si se ponen en marcha las ayudas y apoyos que el niño/a y sus mismos padres puedan necesitar.
Por ello es muy importante observarlos y consultar a un especialista ante la presencia de determinados síntomas.
¿CUANDO SOSPECHAR QUE SU HIJO/A NO OYE BIEN?

La coincidencia de distintas circunstancias puede llevar a pensar  que algo está ocurriendo en la audición de su hijo/a.

De 0 a 1 año:
Es demasiado tranquilo/a y no se sobresalta ante ruidos fuertes. No gira la cabeza ante ruidos familiares, no comprende palabras familiares o no juega con sus vocalizaciones.

De 1 a 2 años:
Tiene dificultades en comprender órdenes sencillas o, incluso su propio nombre. No identifica las partes del cuerpo, no hace frases de dos palabras o no presta atención a los cuentos.

De 2 a 3 años:
Cuesta entender sus palabras, no repite frases o no contesta a preguntas sencillas.

De 3 a 4 años:
No sabe contar lo que le pasa o no es capaz de mantener una conversación. Prefiere jugar solo/a a hacerlo con otros niños y niñas

De 4 a 5 años:
No conversa con otros niños y niñas y no le entretienen las películas infantiles. Manifiesta lenguaje inmaduro y solo le entiende su familia.

En general:


·       Si no tiene lenguaje, éste  cesa o evoluciona lentamente para su edad.
·       Si padece frecuentes  catarros, otitis o enfermedades alérgicas.
·       Si es excesivamente distraído/a o se retrasa en su aprendizaje escolar.


“No dude en consultar a un médico otorrinolaringólogo”



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